Yo nunca duermo, solamente sueño.

jueves, 2 de junio de 2011

Hoy cumple seis meses...este Blog


Ya se que es una tontería, pero para una persona como yo estar seis meses escribiendo, contando historias, opinando de las cosas que me gustan y mostrando mis ínfimos conocimientos a el mundo entero, es un gran triunfo. Además comentar que estoy a punto en los próximos días de cumplir las 10.000 visitas, que aunque solamente sean de pasada, estoy muy contento de recibirlas a todas ellas. Sean de donde sean y entiendan lo que digo o no sepan lo que les intento comunicar.

Aquí una caricatura mia después de una semana escribiendo para el blog.
Es difícil llevar el ritmo de una entrada cada dos días, para alguien que tiene poco tiempo libre, por no decir ninguno.
Opinar sobre video-juegos, libros o películas, es relativamente fácil. Solamente tengo que poner mis sensaciones con ese articulo de entretenimiento, que disfruté en su momento y recordándolo, intento disfrutar otra vez como cuando pase un momento feliz.
Con la música, intento reflejar el porque sigo escuchando una y otra vez a dichos artistas.

Sobre mi equipo, bueno, no es mío. Si lo fuera no permitiría que se encaminara por los derroteros por los que le hacen andar.
Pues que voy a decir que no comentara ya, que tengo una afición a prueba de bombas. En las victorias, alegrías y en las derrotas alegrías también, ¿porque no?
Hace mucho tiempo que ya no me deprime ni entristece. Cuando en el año 2000 bajó a segunda división y casi desaparecemos por cuestiones económicas me di cuenta de que la verdadera afición no la hace el que más grita o más defiende frente a otros lo indefendible.

La verdadera afición es aquella que sigue yendo al fútbol, sentándose en la ruinosa butaca de un estadio que está apunto de desaparecer y se emociona al escuchar el himno en el campo, pero que no se exalta, quien aplaude las genialidades de los jugadores y perdona los muchos errores que cometen. Ya volverán a ganar títulos como los ya cosechados anteriormente. Cambiarán los jugadores y los entrenadores, pero la afición seguirá allí donde esté su equipo.

Prometo seguir diciendo las tonterías que me caracterizan, aunque a nadie interesen y valgan menos que un cero a la izquierda.
Yo como los bolos, solamente sirvo para que me den golpes, volverme a levantar y otra vez a recibir golpes, siempre que no se rompan...

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