Después de más de seis meses con mi iMac y un año con mi iPod Touch ya estoy en disposición de criticar los aspectos que menos me han gustado de esta zona de la informática.
Dentro de lo que se puede esperar, en general el cambio ha sido muy positivo, pero siempre hay algo que cambia.
Lo que más echo de menos es la tecla suprimir, en el teclado no la tengo y por costumbre la intento pulsar siempre, aunque ya no corresponda. Las teclas de avance y retroceso de página tampoco están, pero las echo en falta menos. El tacto del teclado es pésimo para escribir largos textos cómodamente, con lo cual el escribir estas letrillas me cuesta una barbaridad.
Para rematar la faena del teclado, tenemos la poca duración de las pilas, lo cual también se añade al ratón, los cuales al tener la conexión bluetooth, consumen una barbaridad. Hay distintas soluciones de pilas recargables, pero su precio excesivo y la misma poca duración obliga a buscar otras soluciones, como volver a los medios tradicionales con cable. Esto resta comodidad, pero ganas en rentabilidad enormemente. Digan lo que digan los expertos, los cuales tienen que utilizar los periféricos a pilas menos que el peine un calvo.
El ratón, ese invento comodísimo que en este caso. El 'Magic Mouse', que se ha convertido en un elemento de tortura para mis dedos. No entiende mis gestos, yo acostumbrado al botón derecho, he perdido la forma normal y ahora tengo que pulsar la tecla de CMD para que funcione adecuadamente. Esto puede parecer una tontería para un usuario habitual del iMac, pero para mi no, dado que yo juego mucho y dichos juegos utilizan todos los botones e incluso la rueda de scroll. Dicha rueda en los juegos da resultados inesperados, que normalmente estropean la acción que estés ejecutando funcionando bien en una de cada veinte veces. Solución, volver a el típico teclado de siempre.
La temperatura, algo que según las especificaciones de apple no sería problemático a mi se me convierte en un problema grave. La temperatura de la carcasa exterior, que es el testigo de que la interior tiene que ser mayor. Lo cual al principio no te das cuenta, pero luego cuando vas a mover la pantalla, para una mejor posición de visión, la tocas y te quemas. Con lo cual el periodo de uso se limita a un máximo de dos horas, con una pausa mínima de media hora para que recobre la normalidad.
Mencionar también que los reflejos de las ventanas en la pantalla son incomodísimos, lo mejor es ponerlo lejos de la luz directa, sea natural o artificial.
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