Yo nunca duermo, solamente sueño.

miércoles, 6 de julio de 2011

A ti que ya no puedes luchar más

¿Como quieres que te diga adiós? Si no nos decíamos ni hola.
No he tenido tu aprecio ni tu reconocimiento, al igual que has carecido de los míos.
No te puedo despedir como a un amigo si siempre fuimos rivales.
Ya no estás en el recuerdo cercano, ahora has pasado al lejano.
No sé si luchaste todo lo que pudiste, si te rendiste, si abandonaste.
Se que tus últimos momentos fueron muy duros, conociendo que se te acababa el tiempo.
Me dio la impresión que te alejaste de las razones para continuar.



Seras recordado afablemente por los que compartieron tu vida más cerca que yo.
Has tenido lo que toda persona quiere lograr, has logrado el objetivo de esa vida, que ya no te tiene que importar. Ahora otros tienen que ocupar tu lugar.
Tú desperdiciabas lo que yo quería conseguir y nunca logré.
Ganaste el premio que a mi se me vetó y por eso te envidio aun ahora.
Compartimos un camino durante cierto tiempo con vidas parecidas, tuvimos perdidas similares, pero tu conseguiste siempre estar por encima de mi.


Que te puedo decir ahora que no me puedes escuchar, si cuando podías escucharme no tenía nada que decirte.
¿Te puedo pedir perdón? ¿No se exactamente de qué? ¿Realmente te importó alguna vez lo que yo pensara?
Lo único que importa ahora es que yo sigo acordándome de ti ahora que ya no estás, cuando antes no nos acordábamos el uno del otro.


Espero que pudieras disfrutar de una vida plena cuando la pudiste vivir como alguien normal.
Ahora que ya se extinguió tu llama, la que a todos nos va consumiendo y que a ti se te apagó antes que a los demás, te dedico un momento de recuerdo.
A tus seres queridos un momento de consuelo y una petición de que sigan adelante ahora que ya todos podéis descansar de este periodo tan difícil.

Rememorar, siempre.

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