La fantasía medieval desde otro punto de vista, en Hoard somos un dragón que tiene que acumular mucho botín. Para ello tiene que asustar a los aldeanos, quemar sus cosechas, asaltar sus carros de mercancías y raptar princesas para cobrar su rescate.
Todo ello sin que los ladrones le roben su oro que tiene en su guarida montañosa, que no le disparen los arqueros, que no le maten los caballeros en busca de fortuna o no perecer en los enfrentamientos con otros dragones por ser el dragón dominante. Muy entretenido y si se juega de vez en cuando no se hace repetitivo.
Un titulo tan largo para un juego tan simple. The wonderful end of the world es un clon de un antiguo juego de PlayStation 2 en el que tenemos que ir recolectando todos los objetos que nos encontramos por el camino para hacernos más grandes y así poder recolectar más objetos y a su vez m´s grandes. Todo ello durante un tiempo limite. Contra más y mas grande recolectemos, nos darán más puntos.
Otro ejemplo de juego simple y algo repetitivo, solamente lo variado de la temática de los escenarios y mejorar nuestros tiempos lo hacen atractivo.
El juego de los mecanismos, C.O.G.S. Donde se probarán nuestro ingenio y nuestra pericia para resolver puzzles. Se nos darán unos artefactos con unos engranajes, los cuales tendremos que situar de manera que hagan funcionar dichos artefactos.
También tendremos otros puzzles basados en tuberías de gas que tendrán que canalizarlo sin perder presión. Y así con multitud de puzzles y combinaciones que nos estrujarán el celebro.
Entre la infinidad de juegos para móviles que digamos han pasado a la gran pantalla informática tenemos a 'Swords & Soldiers'. El mecanismo del juego es fácil, producir soldados para que se enfrenten a un enemigo en una pantalla horizontal, donde tendremos para nuestro apoyo, hechizos y mejoras de armas y soldados. Todo ello animado con unos personajes divertidísimos que parecen sacados de series animadas de televisión.
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