Yo nunca duermo, solamente sueño.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Aprender un idioma que no es el tuyo para hablar con personas de tu propio país.

Puede que hable desde el rencor, pero creo que aprender idiomas en el propio país donde se vive y no en el país donde se habla dicho idioma, es un error muy grande. Yo intenté durante tres años ir a la escuela oficial de idiomas para aprender el idioma de Shakespeare y no pasé de segundo curso, el cual suspendí dos veces. Durante ese periodo no aprendí nada útil, todo el inglés que he aprendido ha sido gracias a mis muchísimas horas de navegación por Internet y las películas que he visto en DVD. Escuchando el idioma original y leyendo los subtítulos en el mismo idioma. Como esperamos hablar un inglés entendible por una persona nativa si tenemos este acento tan castizo y pronunciamos como si quisiéramos remarcar cada palabra al otro con quien hablamos.

Ya es especialmente de risa cuando nos ponemos a aprender un idioma asiático, como puede ser el chino o el japonés. Estos idiomas se han puesto de moda últimamente por razones muy distintas. El chino, gracias al auge que han tenido las empresas españolas que han querido establecerse en el gran gigante mundial, antes comunista y ahora más capitalista que los norteamericanos. La leyenda urbana que dice que si aprendes chino y te vas a trabajar a China puedes volver muy rico como los antiguos indianos cuando volvían de América. El japonés ha alcanzado fama gracias a la cultura del país del sol naciente. Películas anime, mangas e incluso la música J-Pop, han triunfado aquí en nuestro país y muchos otakus han querido introducirse más en dicha cultura aprendiendo el idioma.

Otro de los problemas que tenemos es la merma del lenguaje por culpa de las nuevas tecnologías. Antes en los SMS y Messenger, ahora con el WhatsApp, Twitter y similares pasa lo mismo. El querer decir muchas cosas rápidamente y en pocos caracteres obliga a reinventar las palabras con las que nos comunicamos. Esto yo no creo que sea una merma en la inteligencia del que las utiliza, pero al igual que hablar a una persona que no entiende nuestro idioma, nos obliga a intentar adaptarnos al sistema e intentar aprender una 'jerga' que otros utilizan para comunicarse aunque no nos guste y además ni queramos utilizar. Por ello lo mejor que podríamos hacer unos y otros sería aprender a entender al otro interlocutor en su propio idioma y que este también nos entendiera cuando hablamos en nuestro idioma para que fuéramos iguales.

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