Yo nunca duermo, solamente sueño.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Quererse a uno mismo es mejorar al prójimo.

En el transcurso del día hay ciertos momentos en los que hacer las tareas diarias se convierte en un obstáculo.
Cuando eres una persona que vive solo o acompañado, pero con poco arraigo con tus cohabitantes hay varios actos que marcan como es tu carácter.

Dejar la deshecha para volver a acostarse con ella sin hacer.
No fregar los vasos y los platos después de comer y apilarlos hasta que no quedan más para utilizar.
No echar a lavar la ropa y acumularla en una silla en la habitación o en un cesto desbordado donde siempre está la ropa que te querías poner.
No plancharse la ropa, no colocarla en el armario o en los cajones y juntarla con el amontonamiento de la misma silla donde se deja la ropa sucia.

La llamada vida de hotel, que describe perfectamente esta actitud es la dejadez echa modo de vida.
Si no nos preocupamos por las cosas que nos hacemos a nosotros mismos...
...como nos vamos a preocupar por las cosas que hacemos a los demás.
Como esperamos ser tratados si somos los que peor nos tratamos.

El preocuparse por uno mismo no quiere decir que tengamos que tener una postura egocéntrica ni que nos convirtamos en unos esclavos de la imagen. Solamente con un poco de dedicación y tiempo a las cosas más simples y cercanas nos devolverá un poco de orden en este mundo de prisas y agobios.

El fin de semana es un periodo para descansar.
Se puede cambiar el tiempo de descanso por diversión pero al final pasa factura el exceso, sea cual sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario