Yo nunca duermo, solamente sueño.

martes, 8 de mayo de 2012

Atrapado en un mundo de aventuras...Nox

La gran Westwood Studios nos deja su último juego de aventura para PC, con una magnifica obra que misteriosamente paso desapercibida al gran público y solamente unos pocos hemos conseguido disfrutar.

En el año 2000, en vez de preocuparse por el temido 'efecto del milenio' los creadores de obras maestras como Dune y 'Command & Conquer' se atrevieron a plantar cara al todo poderoso Diablo con una apuesta de mecánica similar y de igual de buena que la de Blizzard. Tomamos el papel de Jack un habitante de nuestro mundo que es transportado a un mundo paralelo donde los magos arcanos comandados por la nigromante Hecubah intentan tomar el control. Gracias a un antiguo héroe que viaja en un dirigible, iremos avanzando por dichas tierras y derrotando a las huestes negras para poder volver a nuestro mundo.

El juego tiene tres ramas o caminos de personaje, los cuales incluyen tres historias diferentes:
El guerrero, donde nos basaremos en la fuerza bruta y equiparemos armas poderosas. Nos protegeremos con armaduras fuertes. Básicamente es el típico golpea y avanza.
El conjurador, al cual la maestría con el arco será su mejor punto ofensivo. También se caracteriza por poder invocar o controlar a todas las criaturas del bestiario del juego.
El mago. Quizás sea el mejor personaje de los tres, pero el más difícil de manejar. Los hechizos lo son todo, debido a la poca vida que tiene, lo mejor es luchar desde lejos.

Los escenarios en perspectiva isometrica son un poco simples, pero se compensa con unas animaciones muy elaboradas. Para la época que data está desfasado gráficamente pero su adictivo modo de juego lo suple parcialmente. Existía un modo de juego por internet, el cual al pasar a pertenecer a Electronic Arts quedo clausurado. No existe traducción al español, ni siquiera de textos, lo cual es otro inconveniente. Aun así, lo recomiendo fervientemente, dado que es muy fácil hacerse con él y pasar varias horas de diversión.

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