Una de mis colecciones más antiguas es la de cómics españoles de los años 80s. Una de las que ya comenté anteriormente fue la de Súper López, que incluye en un libro las primeras aventuras del personaje de Jan. Este tomo es exclusivo y no trae otras colecciones, a diferencia del segundo que voy a comentar, el gran festival de Zipi y Zape, que trae las publicaciones completas de los tebeos antiguos, con todo su material incluido del numero 141 al 145. El tomo de recopilación viene en el mismo formato que posteriormente adquirieron los más conocidos 'Súper Humor'. Incluye cinco tebeos especiales de la pareja más traviesa del cómic español.
Estos personajes creados por el gran dibujante José Escobar al final de la dedada de los 40s. Sus dibujos e historias retrataban la vida de los niños de los años 50s, con sus picarescas y travesuras. Lo increíble es que siguieron siendo validas incluso en los años 80s, cuando yo los descubrí. Aunque siempre estaban incluidas en otras revistas de la editorial Bruguera, finalmente en los años 70s consiguieron aparecer en su propia publicación. Estos personajes representan a dos hijos de una familia de posibles catalana. aunque en algunas historias se vea la picaresca española de la escasez que regía en los años 40s y 50s. Sus padres, Pantuflo y Jaimita son los que más aparecen en las historias, suelen ser las víctimas de las bromas y los que les castigan después de las travesuras. También tenemos a otros personajes recurrentes como un ladrón de medio pelo y los compañeros de clase.
A parte de las historias principales de Zipi y Zape, se incluían otras muchas historias de distintos personajes de la editorial Bruguera. Entre ellos destaco a 'Hug el troglodita' y 'Roquita', basados en personajes de la prehistoria, cada uno con sus propias historias. 'Robín Robot' quien es un robot del futuro. También incluyo a uno de los que 'me cae gordo', a parte de por su tamaño, como es 'Guillermito y su voraz apetito', quien buscará miles de problemas a sus compañeros de clase por su hambre incontrolada. Entre las cientos de historias que aparecieron en todos los tomos, se intercalaban unas tiras cómicas, aveces de una viñeta y otras de varias con pequeños chistes, casi siempre relacionados con el tema del conjunto del cómic.
Aunque se incluían historias de otras editoriales, se dividían por entregas que se incluían en cada número. Solían ser aventuras más serias, con mucha acción y ambientadas en épocas antiguas. Otras cosas que llaman la atención de la publicación de la época son las cartas que enviaban los lectores con sus fotos, para contactar con otros lectores. Como no existían las redes sociales, se utilizaban los medios clásicos para contactar entre los fans de los tebeos. Al final de cada publicación venían unos pasatiempos, los cuales en mi caso no me paraba a solucionar, dado que traían las soluciones justo debajo. Podrían haber dejado las soluciones para el número siguiente, lo cual haría más interesante la espera del siguiente ejemplar.
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