Época de nostalgia para el autor de este blog, llega septiembre y retoma la actividad casi todo el mundo. Cuando volvía la rutina al dejar el verano y empezar el otoño. Cuando era tan pequeño que no me preocupaba el que pasará mañana, había algo que realmente si que me hacia esperar otro día, era ver mi serie de dibujos animados. En la época en la que crecíamos a otra velocidad de la actual, vimos una multitud de series que trataban unos temas distintos a los actuales y no trataban de venderle un producto al niño, ni de que su comportamiento sea según las modas. Historias basadas en novelas antiguas para un público infantil. Narran vidas difíciles, que se superan cada día, hasta conseguir triunfar, a pesar de los duros reveses a los que se tienen que enfrentar. Las primeras seres que voy a comentar son de origen japonés, creadas por Fuji TV y emitidas en España varias veces desde los años 70's a la actualidad en distintas reposiciones.
Heidi es la que más recuerdo, dado que es la que pude ver con mi hermana y fue la que seguimos de principio a fin. La historia no puede empezar mas triste, la niña huérfana es llevada por una tía suya a vivir con su abuelo, un anciano que vive aislado en las montañas suizas y con su perro niebla. Al principio no congenian mucho, pero al final Heidi logra derretir el gélido corazón del abuelo. Allí la niña vivirá un sin fin de aventuras con Pedro, un niño pastor que cuida las cabras del abuelo. A la mitad de la serie la niña es reclamada en la ciudad para hacer de compañía a Clara, una niña de la alta burguesía que está en silla de ruedas. Allí conocerá a la Srta. Rottenmeier, quien la intentará educar de modos muy estrictos. Heidi consigue convencer de que la devuelvan a la montaña con su abuelo y además que se lleven a Clara con ella para que se recupere. Lo cual logra milagrosamente y así pueden seguir todos felices y contentos.
Marco es otra de las muchas series que se emitieron en la, por entonces única opción, televisión española. Otro dramón interminable, el cual vi muchos episodios, pero que no llegué a ver el final, hasta hace poco tiempo gracias a una reposición en una de las cadenas privadas. La historia nos narra las aventuras de un niño que tiene que ir desde los montes Apeninos en Italia, hasta los Andes en Sudamérica en busca de su madre. Lo más atractivo de la serie para mi era que iba acompañado de un pequeño mono titi llamado Amedio, al cual yo llamé toda la vida Amelio, cosas de las traducciones. Aunque no lo parezca, el niño no es huérfano tiene padre y hermano, que con alguna reticencia le dejan marcharse a la aventura. En el viaje será acompañado por una familia de titiriteros que también viajan a Argentina, en la que está Fiorina, que se hará muy amiga de Marco. Finalmente llega a encontrar a su madre, la cual está enferma, pero con la llegada y cuidados de su hijo se repondrá y podrán volver a Italia.
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