Yo nunca duermo, solamente sueño.

sábado, 4 de enero de 2014

Ya no quiero ser el rey del mundo...Civilization 5

Muchas veces tenemos tan idolatrado un producto que no podemos ver los fallos que tiene y obviamos la baja calidad de este con excusas vagas y que no conducen a ninguna parte. Este el caso de la última entrega de la sana de vídeo-juegos de estrategia por excelencia. Firaxis, la empresa de Sid Meier, creador de esta y otras muchas exitosas sagas esta vez no ha terminado un producto redondo. El primer error ha sido volver a cuartearnos el producto en tres entregas principales y además sacar partes en pequeños productos descargables que se vendieron por separado, todo ello en un periodo muy largo de varios años para conseguir un beneficio a nuestra costa inmerecido. Con el añadido de que dichos contenidos son de una calidad inferior al contenido creado por los usuarios con las herramientas de creación de contenidos: nuevos mapas, mejores unidades, civilizaciones inventadas e incluso campañas.

La primera entrega nos traía una entrega muy simplificada, donde teníamos la base con un motor gráfico tridimensional que es más atractivo que los anteriores en el que las casillas de hexágonos sustituyen a los cuadrados de anteriores entregas. Ya no tenemos apelación de unidades del mismo tipo y los combates son más vistosos. La diplomacia pierde muchísimo frente a la cuarta entrega, pero ganamos en el control de las ciudades con unos asistentes de producción mucho mejores. El control de la economía es el factor más importante que tendremos que supervisar, porque la cultura solo se queda para conseguir políticas sociales, ya no permite ganar influencia en el mundo y el conocimiento nos dará nuevas tecnologías. Las políticas sociales nos darán ligeras ventajas o unidades nuevas, pero nada que nos haga superar al resto de civilizaciones. El aspecto militar prevalece por encima de todos, es imposible terminar una partida sin haber entrado en guerra con mínimo dos enemigos, porque la inteligencia artificial del juego no permite llegar a acuerdos pacíficos con facilidad, algo que me molesta muchísimo porque mi estilo de juego siempre procura no utilizar la violencia como método de ganar la partida.

La segunda entrega principal es 'Dioses y Reyes' donde nos cuelan otra vez la religión como método de control de las civilizaciones. Yo estoy totalmente en contra de que tenga un papel gran importante al igual que en Civ 4, porque los pueblos dominados por la religión siempre han ido a peor y hacen que se enfrenten los jugadores por que su religión prevalezca sobre los demás. El segundo añadido importante es el espionaje, que nos permite aumentar el control de la diplomacia haciendo intrigas entre y contra el resto de jugadores. También nos incluye nuevas civilizaciones como la española de la época de la colonización de América y campañas donde las nuevas civilizaciones se enfrentan a desafíos algo complicados. En esta entrega se implantó definitivamente el editor de contenido, con el que los usuarios podemos ampliar el juego hasta el infinito, salvo que para utilizar ciertas características tenemos que adquirir los contenidos cresos por Firaxis.


Como colofón final tenemos la tercera entrega importante llamada 'Cambia el mundo' donde completan los contenidos añadiendo mejoras en el control de la cultura (aunque yo no lo veo como mejoras), ampliar el comercio con rutas comerciales fijas o el turismo, algo novedoso y que no le encuentro funcionalidad más que para tener otro ingreso. También nos añaden más civilizaciones y misiones, pero de menos importancia que en la entrega  anterior porque son menos complicados y prácticamente es revivir una partida normal a alta dificultad. Una añadido muy curioso es el de los arqueólogos, los cuales pueden ir a ciertas zonas que si anteriormente han tenido otra civilización o una batalla pueden encontrar restos que nos darán cultura. En esta entrega la victoria cultural es más complicada teniendo que influir en la totalidad de las civilizaciones jugadoras. Nos ayudarán las obras de arte, creadas en ciertos edificios especiales y con los artistas que se crearán como cualquier otro gran personaje. En el ámbito diplomático, si descubrimos todas las civilizaciones se instaura el congreso mundial, un caos muy parecido a la ONU que quita protagonismo a los acuerdos entre dos jugadores. En las políticas sociales nos cuelan otra complicación llamada ideologías, que a partir de cierto momento de la historia nos hará tomar un camino al cual se podrán unir otras civilizaciones.

Yo no tengo mala opinión de las extensiones descargables o DLCs en los vídeo-juegos, siempre que añadan algo novedoso y complementario al juego original. Pero en este caso no estoy a favor, porque son contenidos que repiten lo ya existente o añaden poco más al juego original, la justificación de añadir logros a la tabla del usuario es un anzuelo que pocos picarán. Dado el inmenso y casi infinito contenido creado por los jugadores de la comunidad, que podrá ser mejor o peor según los casos, pero siempre es gratuito como tendrían que ser todos los complementos que se han publicado. Tenemos de ejemplo el primer contenido basado en la civilización ... que solamente incluía un nuevo personaje a elegir, el paquete 'cuna de la civilización' que traía unos mapas, muy bien detallados, pero solamente eso. Y el último paquete de maravillas del mundo antiguo con la civilización coreana, que nos traía unas maravillas nuevas a crear. Todo esto se podría haber incluido en una de las expansiones u ofrecerlo gratuitamente, pero últimamente el beneficio de las empresas es mayor que el perjuicio que les hace el tener clientes descontentos como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario