La noticia del mes ha sido el cierre del portal de almacenamiento en la red 'Megaupload'. Las razones de su cierre es tan polémico como el negocio con el que se sustentaba dicha página. Todos los supuestos afectados por las descargas ilegales, que desde esa página se realizaban, se felicitan y declaran que se acabaron las descargas ilegales. Mentiras que solamente tienen un fin, asustar al usuario medio para que vuelva a entrar por el aro de su obsoleto negocio, que ya hace mucho tiempo tendría que haber desaparecido. No se dan cuenta de que están viviendo en un negocio del milenio pasado, basado en los formatos físicos. Los cuales son muy baratos de producir, pero que siguen costando un precio exagerado, para que aun con menos ventas, sigan teniendo beneficios.
Hace ya muchos años, Apple, cambió la forma del negocio en la música con ideas que ya estaban en el mercado, pero que unidas dieron resultado a una formula de éxito. En la época que triunfaba 'Napster' un programa de intercambio de música y empezaban a despuntar los reproductores MP3. Sacaron la combinación iTunes + iPod y empezaron a vender música a bajo precio. ¿Que pasó?
Éxito inmediato. Los usuarios podían encontrar fácilmente y si grandes desembolsos toda la música que querían, la tenían organizada y además la podían escuchar en cualquier parte. Computadora, iPod y ahora incluso en los teléfonos y la televisión. Una apuesta por el futuro que dio buenos resultados.
Al igual que ese modelo de negocio, se pueden trasladar esas 'buenas prácticas' al resto de los ámbitos del ocio: Los vídeo-juegos con sistemas como Steam, Origin o 'GOG'. Cada uno con diferente éxito pero la misma idea, eliminar la distribución física para abaratar el producto. Para los contenidos tipo series de televisión o películas hay vídeo clubs virtuales, pero con unos precios similares a la distribución física, lo que le impide el despegue. Lo peor lo tienen los libros, los cuales, por culpa de la legislación de este país, tienen un precio incluso superior al del papel. En el caso de que aparezca una alternativa que ofrezca los contenidos a bajo precio, inmediatamente es disuelta por los grandes de la industria para seguir manteniendo su monopolio de grandes beneficios, aunque siempre se quejen de lo contrario.
Además tenemos que contar que los que nos venden los soportes para poder acceder a dichos contenidos digitales son los propietarios de dichos contenidos. El ejemplo más abusivo es el de SONY, quien hace las películas, nos las hace ver en el cine con su propia tecnología de salas de cine. Luego nos las vende en libro, el cual leemos en su lector de libros digitales. Nos vende la banda sonora en su tienda virtual, la cual la tenemos que escuchar en sus reproductores de música. Nos vende la película en formato DVD o Blu-ray que tenemos que ver en su propio reproductor para el hogar, el cual está conectado a su propio televisor. El cual también nos sirve para conectar su propia consola de vídeo-juegos para jugar a su juego que está basado en la misma película que vimos al principio de esta explicación. Hemos pagado varas veces por un mismo contenido en diferentes plataformas, lo que indica que por una misma idea nos cobran varias veces y nosotros caemos una y otra vez sin remedio.
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