A mi alrededor veo que se hacen nudos dobles e incluso triples.
Veo que se hacen uniones fuertes que perduran y otras débiles, que se deshacen irremediablemente.
Y luego me veo a mi, que no consigo atarme con nada ni con nadie, no me gustan las ataduras.
O lo que es peor, mi cuerda esta ya tan deshilachada que no valdría ni para amarrarme a la última esperanza.
Perdona que no sea un caballero, nunca he querido llegar a serlo.
No tengo un castillo, vivo en morada ajena.
Tampoco tengo caballo, viajo en un asno.
Que es mas inteligente, que quien cabalga en su montura.
No aspiro a tenerte de dama, yo no te merezco ahora, ni nunca.
Tú perteneces a ese mundo de fantasía, que tanto te gusta.
Donde con ilusión, esperas a tu príncipe azul.
Mientras, mis suspiros hablan de tu recuerdo.
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