Vive en uno de los rincones más alejados de la tierra, fuera del alcance de la civilización, pero aun así no está seguro de nuestras garras.
Por culpa de la acción directa o indirecta del ser humano este mamífero llamado también oso blanco, científicamente 'Ursus maritimus' esta muy amenazado. Lo más inmediato es la caza de dicho animal, heredada de las antiguas costumbres de los pueblos que habitaban dichas zonas antiguamente. Ahora cualquier cazador, con dinero suficiente, se puede montar un viaje para perseguir a los pocos ejemplares que todavía e atreven a habitar cerca de los pueblos 'civilizados'. La zona más peligrosa es el norte de Rusia, donde el control de estas actividades es inexistente y además se aprovechan del beneficio que ello les comporta económicamente.
Al igual que la orca, el oso polar tiene muy mala fama entre los humanos. Le catalogamos como un animal peligroso, violento y agresivo hacia los humanos. Si nos ponemos en su punto de vista, contra unos seres humanos, los cuales a parte de ser más pequeños en tamaño, somos más agresivos que cualquier otro ser conocido en la tierra. Además de que le quitamos su alimento, le utilizamos para conseguir sus pieles, su grasa y su carne. Otro problema es el tema de la reproducción, la cual es muy lenta, por la forma de vida solitaria de esta especie, la cual solamente busca socialización en dicho periodo, siendo frecuente los enfrentamientos entre ejemplares por el dominio del territorio. Es un animal de vida solitaria, algo poco común en los mamíferos.
Dado que su hábitat natural es el polo norte, una zona de la tierra que esta cubierta por el hielo. La cual, por culpa del deshielo que estamos provocando con el calentamiento global, cada vez es más pequeña. Le estamos encerrando en una reserva limitada, toda ella rodeada por agua y con poca tierra firme libre. También por nuestra explotación intensiva de dichas zonas por los pozos petrolíferos y los bancos de pesca. Otro aspecto que ha influido son son las rutas comerciales, se ha permitido continuar el calentamiento global para aumentar el deshielo y permitir que los barcos puedan llegar a zonas anteriormente inaccesibles. Lo que ha llevado a ocupar zonas que antes eran de difícil colonización para el ser humano, que antes eran el territorio del perseguido oso polar.
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