Yo nunca duermo, solamente sueño.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Salvar la galaxia como en un vídeo-juego...El último StarFighter.

Esta película se estrenó en el año 1984, siguiendo la estela de otras muchas que pretendían imitar el éxito de Star Wars. Aunque tuvo éxito, no llegó a ser muy recordada, tanto es así que hay pocos fans de la ciencia ficción menores de 30 años que la recuerden. El director es Nick Castle, solamente recordado por ser el actor que interpretó al malo de Halloween. El protagonista es Alex, interpretado por Lance Guest, quien participó en varias series de la época. Aunque los efectos especiales ahora parecen muy pobres, la primera vez que la vi me parecieron increíbles, incluso con el paso del tiempo son mejores que otras producciones más recientes y mejor recordadas que esta. Sobre todo el éxito le llegó con el mercado del vídeo-club, en el que yo solía alquilarla cada seis meses, hasta que la retiraron.

Las películas de los años ochenta siempre tienen unas temáticas muy excéntricas, pero esta producción está muy bien adaptada a la época. En ese tiempo solíamos ir a los bares a gastarnos los pocos ahorros que teníamos en máquinas recreativas, al igual que el personaje protagonista. Cuando este consigue el récord de la máquina, recibe la visita de un misterioso personaje llamado Centauri, que le intenta reclutar para luchar en una flota espacial. Según le cuenta, se han distribuido máquinas como esta para probar la valía de muchas razas por el espacio para luchar contra un enemigo común de todas ellas. Como no se cree lo que le está pasando, Alex primero rechaza la oferta, pero cuando estos alienígenas atacan el planeta tierra y su parking de caravanas, acepta el reclutamiento de la liga de las estrellas.

A partir de ahí viaja en una nave como la de la recreativa y se entrena con un instructor llamado Grig que saca lo mejor de él como piloto. Aunque no comprende muy bien las causas de la lucha, encuentra similitudes con sus nuevos aliados y luchará en la última nave que queda porque los enemigos han destruido al resto de naves en el planeta base. Los enemigos inician una invasión con cientos de naves a las cuales se enfrentará nuestro protagonista con gran destreza. Cuando se encuentra casi derrotado inicia un arma secreta que destruye a la flota restante y salva al planeta base. Gracias a esto puede volver a la tierra, pero decide seguir siendo un starfighter y defender la liga de las estrellas.

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