El Asno, o más comúnmente conocido como burro (palabra derivada del latín), es una de las especies amenazadas que está en más peligro en nuestro país, a parte de en varios lugares del mundo. Por culpa del progreso de la civilización humana, que antes de los grandes descubrimientos del siglo XX, tenían a los équidos como uno de los principales 'motores' que movían el mundo y que ahora tienen a algunos de sus ejemplares como el asno totalmente olvidados y a punto de desaparecer. La mala fama que tienen estos animales que hace que se les compare a los humanos de pocas luces con ellos tampoco le ayuda, aunque esto sea siempre alegórico.
Un personaje como el asno, que ha estado tan presente en nuestra vida, en forma de animal amaestrado y también como personaje involuntario en muchas obras literarias importantes como el burro Platero de Juan Ramón Jiménez, el burro de Sancho Panza en el Quijote, los asnos de las fábulas, incluso llevó a la Virgen María al portal de Belén en la historia bíblica. Más recientemente le hemos tenido como protagonista en la saga de animación Shrek. Todo esto no ha servido de mucho para intentar salvar a estos entrañables animales, los cuales fueron amaestrados por los humanos y ya no se pueden encontrar en Europa en estado salvaje.
La situación es un poco distinta en el resto del mundo donde tienen la suerte de contar con asnos en estado salvaje. Están a punto de la extinción también, pero la falta de desarrollo es dichas zonas, contribuye a que se sigan utilizando muchos ejemplares domesticados. Sería mejor que pudieran vivir libres y sin interferencias humanas, pero creo que en estos casos es preferible la domesticación a la extinción. Hay varias teorías que dicen que el burro viene al igual que el hombre de la misma región de Africa y que según se ha ido extendiendo la civilización humana por el mundo, el burro ha ido siempre a su lado. Esto podría ser verdad con ciertas razas de burros, pero al haber varias razas más en Asia central e India.
Hay muchas iniciativas en España para salvar al burro, intentando de varias maneras, algunas con fines turísticos. Entre ellas tenemos a la asociación de amigos del burro. Que realizan actividades en la sierra de Madrid donde las personas que se acerquen conocerán y podrán compartir la vida con un asno en medio de la naturaleza. Otras iniciativas con miras más ecologistas y de respeto a los animales piden que se creen zonas protegidas en distintos lugares de la península para dejar en libertad a varios ejemplares igual que se ha realizado con otros animales en peligro como el lince. Pero nuestro amigo el asno no tiene tanto tirón entre las autoridades y no se ha realizado este plan de ayuda.
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