Esta entrada servirá para terminar esta serie dedicada a las glorietas de Leganés. No es que ya no tenga más, pero quiero dejar aparcado este tema durante un largo tiempo para dedicarme a otras labores totalmente distintas. El arte como expresión popular, llevado a la calle para la admiración de las masas no está muy arraigado. Parece que solamente el arte que está encerrado en un museo y tras una entrada de alto precio es el verdadero a admirar. Hay muchas obras que se merecen un reconocimiento y las que están en las glorietas de Leganés desde estas páginas he intentado que lo tuvieran. Algunas mejores que otras e incluso con significados que se nos escapan, pero todas ellas con la ilusión de un artista que trata de mostrarnos algo interesante.
Según entramos a Leganés por la carretera que viene de Alcorcón y nos incorporamos a la Avenida Salvador Allende tenemos estas extrañas niñas subidas en pedestales. Pintadas de varios colores y colocadas a distintas alturas, no destacan mucho a los coches que pasan a su alrededor y menos a los peatones que no tienen un acceso fácil a esta zona de la ciudad. Justo a su lado se encuentra la antigua piscina de Solagua, la cual está abandonada por ser una instalación del ayuntamiento que el anterior gobierno municipal no quiso arreglar y el nuevo tampoco, aunque fue una de sus más sonadas 'promesas electorales'.
Si seguimos por la Avenida Salvador Allende nos encontramos otra escultura sin nombre definido, en uno de los lugares más apartados de la ciudad y que por culpa del abandono de su cuidado en algunas ocasiones se puede encontrar con bolsas enganchadas en la escultura. Tiene forma de muelle en distintos diámetros que da una forma graciosa como de armadillo. Si nos acercamos a ella en un día con viento podemos escuchar como produce un sonido estridente. Este peine del viento fabricado en metal es muy pequeño para una glorieta tan grande, pero si fuera mayor seguro que no tendría mucha estabilidad y es preferible que tenga un tamaño pequeño para que no sufra daños por actos vandálicos.
La tercera y última glorieta decorada con un monumento son estos restos de construcciones de imitación romanas. en la que podemos ver varias columnas y esculturas de bustos que rodean a una imitación de 'La Boca de la Verdad'. Esta famosa escultura que se puede encontrar en Roma. Sobre ella hay una leyenda, donde se supone que quien mete la mano dentro y dice una mentira, pierde la mano. Es una pena que en esta representación no hicieran una boca y la pusieran para llamar la atención de los turistas a la ciudad de Leganés.
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