Una de las películas sorpresa que he podido ver en el cine, sin conocer que voy a ver y salir encantado del cine, fue Ases calientes. Estrenada aquí en España en 2007, dirigida por Joe Carnahan. Este director ha intentado hacer varias películas similares a esta, todas basadas en la estructura de obras de Guy Ritchie como Lock & Stock. Con quien coincidió en los cortos de 'The Hire' para BMW. El éxito de público fue increíble, aunque el gran reparto de esta película coral puede ser una causa. Incluida la inclusión de varios cantantes de éxito que debutaron aquí. La crítica la trató bien para ser una película tan violenta. Aunque el inicio lleva mucha conversación, el final con la batalla campal hace que cambie totalmente la película.
La trama que empieza muy lenta y dando explicaciones difusas, que están dispuestas para confundirnos. Aunque algo si que tenemos claro, en un hotel de la mafia hay un futuro testigo para los federales que declarará contra un mafioso importante. Al poner dicho mafioso una recompensa por la muerte de este soplón, se encaminan hacia el hotel varios gánsters para matarlo. Cada uno con sus peculiaridades: asesinos sanguinarios y locos, pistoleros y franco-tiradores, etc. Los enfrentamientos entre estos gánsters al final de la película harán una carnicería en el hotel. Los federales también se interponen en la batalla para defender al testigo, pero cuando llegamos al desenlace, toman la decisión de olvidarse de su cometido.
Gracias al éxito de la primera película no se tardó mucho en planear la siguiente. Esta vez el director prefirió pasar a productor y dejar esa labor a otro. P.J. Pesce la dirigió y se estrenó en 2010, aunque yo no la pude ver en cines porque no me enteré de su estreno. Con la misma formula de la anterior y también con un gran reparto, pero en vez de ser primeras figuras, juntó a muchos de los grandes secundarios que aparecen en otras películas similares. La crítica la puso de continuista y plomiza. El público no la acompañó como a la anterior, pero tampoco fue un fracaso de taquilla. Las dos películas tienen grandes bandas sonoras, con canciones muy llamativas e incluso alguna conocida.
Aunque la premisa es parecida a la anterior película, parece que esta historia es anterior en el tiempo a la del hotel. Esta vez la trama nos explica que la persona objetivo es un agente del FBI con un pasado oculto. Al cual se le ha puesto precio a su cabeza antes de una fecha y hora determinada. Para evitarlo lo esconden en un local franco que tiene la agencia, pero eso no impide que los matones enviados a matarle los asedien. Entre los gánsters tenemos al típico matón barrio-bajero, a la dama asesina exótica, el experto en armas pesadas, etc. Aunque el lugar está bien defendido no evita que se culmine el asalto. Esto destapa la verdadera identidad del agente federal mientras van cayendo tanto agentes como asesinos. Las escenas son igual de violentas que en la anterior, pero están tratadas con menor gore, lo que hace que la trama se lleve mejor.
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