Los Manatíes son unos mamíferos acuáticos, muy parecidos a los lobos de mar, pero que sus familiares más parecidos pueden ser los elefantes, aunque estos no hayan desarrollado medios de locomoción acuáticos como los Manatíes. Antiguamente, cuando los descubrieron los marinos los confundieron con sirenas, dado que su aspecto y forma de nadar puede recordar a uno de estos seres mitológicos, pero nada más lejos de la realidad. Estos tranquilos animales solamente tienen curiosidad por los barcos cuando son jóvenes.
Estos grandes herbívoros acuáticos normalmente viven en ríos de gran caudal tanto de África como de América del sur. Esto cambia con la especie más conocida y numerosa, que está repartida por todo el Mar del Caribe. Aunque es un animal que prefiere las aguas dulces de los ríos, soporta muy bien las aguas más saladas. Lo que no tolera tanto es el cambio de temperaturas, que le afecta mucho si entra en contacto con corrientes frías o zonas de baja temperaturas. Siendo un gran nadador gracias a su anatomía muy bien adaptada, también le podemos ver como puede adoptar posiciones y movimientos más parecidos a especies terrestres. Aunque se alimento principal son plantas acuáticas, lo que les da el apodo de vacas acuáticas, también pueden alimentarse de otros pequeños animales acuáticos. Son unos animales muy solitarios y solamente se juntan en la época de cría. Las hembras son las que cuidad ellas solas a las crías, que suelen ser de una cría cada vez y además pocas veces en su vida.
Todas las subespecies del Manatí están en peligro real de extinción. Las zonas de hábitat de estos grandes animales aunque es muy amplia, está totalmente cercado por la civilización. Antiguamente se perseguía estos animales como comestibles y consumibles, esto cambió con el desarrollo de la civilización, pero en vez de dejar tranquilo a estos animales se les continuó persiguiendo. El turismo es el mayor peligro actualmente para este y otros animales del Mar del Caribe. Los grandes complejos que se construyen en las zonas fluviales y costeras del Golfo de México, en distintos países, que cada vez se unen más a este negocio de explotación de recursos. Se ha creado una corriente de protección desde Estados Unidos para salvar a los manatíes, pero dado que muchos de los países limítrofes no colaboran con esta iniciativa, la protección no está consiguiendo muchos resultados. La zona más preocupante es la del río Amazonas, donde la deforestación está cercando a varias especies igual de amenazadas que el manatí.
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