Aunque estoy totalmente en contra de la obra faraónica y del gasto estratosférico que nos ha costado, vamos a aprovechar para hablar bien, de una zona recuperada para los madrileños, antes de que la falta de dinero del ayuntamiento la deje en abandono.
En la ribera del río manzanares, en la zona sur del casco urbano de la ciudad de Madrid, siempre hubo muchas huertas y algunos jardines reales en la zona del puente de Toledo. Pero nunca estuvo muy cuidado, a excepción de la zona cercana al Palacio Real, que en la zona del Paseo de la Virgen del Puerto, donde empieza el desconocido 'túnel de Napoleón'. Que en su día tenía unos jardines interesantes, después cubiertos por los carriles de la antigua M-30 superficial, al igual que el resto de la ribera en los años 70's. Después de muchos parches y problemas de retenciones continuas, protestas vecinales y degradación del entorno. En 2004 pasó a formar parte del ayuntamiento de Madrid y el alcalde en esa época, Alberto R. Gallardón decidió acometer su reforma, soterrando el tramo que discurre por la ribera del río Manzanares.
Después de interminables años de obras y miles de problemas que no voy a recordar aquí por decoro. Se inauguraron varios tramos en distintas fechas hasta la apertura final de 'Los Jardines de la Arganzuela'. Aunque no forman parte geográfica del río, también se suele incluir en la obra la zona del 'Paseo de Extremadura' que comunica peatonalmente con la 'Casa de Campo'. Y como segundo anexo tenemos 'El Matadero', una zona multicultural donde se realizan actuaciones y exposiciones. Todavía falta la parte ocupada por el estadio de fútbol Vicente Calderón, que todavía no tiene fecha de realización. A los puentes existentes como el de Segovia, Toledo y Praga, además de las pasarelas restauradas, se han añadido varias pasarelas peatonales como el puente de Andorra, los puentes gemelos cáscara y la pasarela de Almuñecar (la más bonita de todas).
Lo más importante de toda la obra es la recuperación de zonas verdes para los peatones. Durante todo el recorrido tenemos varias zonas diferenciadas. De norte a sur, del Puente del Rey y el embarcadero parten los jardines del puente de Segovia. Después tenemos el salón de pinos con muchos ejemplares justo encima de los túneles, alrededor del puente de Toledo tenemos los jardines del mismo nombre. En el lugar donde estaba el antiguo jardín de la Arganzuela, se encuentra ahora la ribera del agua, un gran paseo con terrazas, jardines y fuentes, incluidas las que forman parte de 'la playa urbana'. También allí tenemos una de las zonas de diversión más frecuentada por los muy jóvenes, los toboganes, que cuando hace mucho calor son poco agradables, pero el resto del año son el lugar de más abarrotado.
En la ribera sur, en el tramo comprendido entre los puentes de Toledo y Praga se han construido unas pistas deportivas, para sustituir a las antiguas que estaban abandonadas. En su recorrido hay dos supuestas pistas para pasear y recorrer en bici: el camino rápido, que corta más recto todas las zonas y el camino lento, que recorre en curvas más sinuosas dichas zonas. Dichos caminos no son 'carriles bici', se comparten entre los peatones y los ciclistas, aunque no estén muy de acuerdo estos últimos.
Con esta obra se deja una gran franja 'casi verde' que cruza la ciudad desde el monte del pardo, pasando por el parque lineal Manzanares norte, uniéndose a la casa de campo y terminando con el parque lineal del Manzanares sur.
En este enlace se puede descargar un mapa-guía de la zona.
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