Dentro de los dispositivos de la manzana podrida hay muchos para elegir. Uno de los que más posibilidades tienen, pero que la propia marca ha ignorado mas era el Apple TV. Este pequeño aparato que se engancha a la televisión, solamente servía para conectar el resto de los dispositivos a nuestra televisión en el salón de la casa. Ahora con la nueva versión que han sacado a la venta el año 2015, las posibilidades de este dispositivo han aumentado sobremanera. Se le ha incluido un sistema operativo capaz de ejecutar aplicaciones de terceros. Esta novedad hace que de ser un mero capricho para muy aficionados pase a ser algo con posibilidades reales de convertirse en la televisión interactiva que parece que no consigue despegar. Aunque hay otros dispositivos más baratos y con posibilidades más amplias en el mercado, el ser de misma marca que mi teléfono, mi tableta y mi ordenador, hace que la integración con él sea perfecta.
Viendo las aplicaciones que pueblan la Apple Store para el Apple TV, no hay muchas novedades con respecto a las que podemos encontrar en las tabletas o los teléfonos. Gracias a que ya existían varios mandos de control para juegos, todas las apps jugarles se pueden utilizar en la televisión, con la mejora que supone tener una gran pantalla contra la ínfima ventana de juego que nos da el teléfono o incluso la tableta. Otra de las característica que más utilizo es la retransmisión de vídeo desde el ordenador. Gracias a varias aplicaciones externas a Apple puedo ver cualquier contenido en la televisión sin necesidad de traslado a un disco externo, todo por WiFi. Esto es una prohibición que sigo sin comprender por parte de la marca de la manzana podrida, nos permite ver cualquier contenido convertido a su formato, que tengamos importado en iTunes, pero normalmente los videos que tenemos no son del formato aceptado por iTunes. Con lo cual todos los videos que grabemos con cámaras o móviles que no sean Apple, tendremos que convertirlos.
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