Hoy no comento ninguna película en particular, me gustaría dar mi opinión sobre la evolución que ha tenido el cine, este arte en decadencia, que ha pasado de ser un evento especial a ser un negocio, empaquetado y procesado para el consumo rápido de las masas. Justo por los inicios del nuevo siglo, mi ocio se dividía en ir al cine e ir al futbol, alternándolos según los eventos correspondientes. Habiendo dejado definitivamente los bares y discotecas y con ello mis antiguas amistades, cambie a otras con gustos más parecidos a los míos que me acompañaron en estos ocios menos dañinos para la salud. Me centro en el cine, que es lo que hemos venido a contar, cada vez que iba al cine, empecé a guardar las entradas, como recuerdo. Esto me permite no olvidar que películas disfruté en esa época, ya un poco lejana.
El nuevo siglo, empezó inmejorablemente, con las películas de Star Wars que se han denominado 'precuelas', las historia de como se estableció ese gran universo. Seguimos con el inicio de la saga Matrix que cambiaron muchas formas del arte cinematográfico. También tuvimos unos inicios de grandes sagas como las de la Momia o El Señor de los anillos. También de otras que no me gustaron mucho, pero que fueron grandes éxitos como las de Harry Potter y Oceans Eleven. Vimos el surgimiento de actores que su sola presencia eran sinónimo de éxito como Russell Crowe y su grandiosa Gladiator, que posteriormente ganó el Oscar con la película 'Una mente maravillosa'. También tenemos grandes éxitos en el mundo de la animación como Shrek o Monstruos S.A.
Lo que no nos esperábamos era que este inicio tendría que desembocar en un mercado de franquicias de secuelas que se repiten cada uno o dos años. El ejemplo lo tenemos en la saga Fast and Furious, que ya tiene ocho secuelas y que después de un inicio que a los veinteañeros tuneadores les encantó, cambió varias veces de temática, unas veces con éxito y muchas sin él, hasta que encontró su público de nuevo y sigue con el argumento de más grande y más bestia que la anterior entrega. Las adaptaciones de libros fueron otro mercado que se intentó explotar. Gracias al éxito de Harry Potter, se buscaron muchas franquicias literarias nuevas que tuvieran varias entregas para asegurarse la continuidad, en caso de éxito. Tras muchas adaptaciones fracasadas como 'Eragon' o 'La brújula mágica', padecimos el inesperado éxito de la saga 'Crepusculo', gracias a estar dirigido a un público adolescente.
Con estos inicios, teníamos una expectación que no se podía medir. Estábamos esperando un montón de ideas nuevas y nos llevamos una gran decepción. Que nos hemos encontrado, reciclados y readaptaciones de antiguas ideas, en definitiva, volver a mostrarnos las mismas ideas varios años después, a veces incluso muy pocos entre las dos películas. Ejemplos de películas que intentan renovar las ideas, que a mi me han gustado igual que las originales, pueden ser Teminator Salvation o 'Planet of the Apes' de Tim Burton, que no consiguieron el suficiente éxito de taquilla para poder continuar como franquicia. Para otro día, comentaré el ascenso de las adaptaciones de comics al cine, que también es buscar ideas en otros medios para mantener con vida a un negocio que se acaba.
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