Como ya he comentado, vuelvo a estar en el mercado laboral en la zona de los que trabajan, con los que cotizan para que este mísero país gobernado por ladrones y estafadores desde hace muchísimos años, tantos que el último gobierno decente está ya olvidado. La situación no ha mejorado para el mercado laboral, los contratos son de peor categoría y remuneración que hace diez años. Las posibilidades de que tengamos pensiones las personas de mi generación es nula, las prestaciones sociales que tenemos actualmente tanto en sabida como en educación son muy inferiores a las de hace diez años. Todo esto es gracias a la funesta gestión neo-liberal de los partidos políticos que están sobornados por las grandes empresas. Esas empresas que acumulan beneficios a costa de los trabajadores/consumidores, que al final son los que mueven la máquina de la sociedad.
El miedo al cambio es como ese gran lobo que se representa en tantos sitios. Yo tenía una vida laboral basada en un trabajo, en el que era muy bueno y podía defenderme en todo lo relacionado con él. Pero la vida cambia cambia y tenemos que estar preparados para enfrentarnos a estos cambios. Veo que las personas de mi generación caen al intentar enfrentarse al cambio, que no quieren cambiar su vida laboral y se agarran a ella como su salvación cuando ven que les está arrastrando al fondo como un barco que se hunde. Cuanto más avanzado de edad es uno, se hace más difícil aprender nuevas aptitudes o emprender el cambio laboral. Pero esto no es culpa del trabajador, es principalmente un problema de las empresas, las cuales consideran a sus empleados elementos prescindibles. Cuando nos consideren elementos evolucionables que pueden mejorar con el tiempo o a base de cambiar de trabajo, el mundo laboral será una maquina que funcione, no como ahora en la que un empleado es considerado lo mismo que una fotocopiadora.
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