La colección que poseo es grande, aunque fue mayor en su época, pero por problemas de espacio y accidentes domésticos he perdido casi la mitad de los números. Los discos de 3-1/2 no he podido conservar ninguno, los casi veinte años desde el primer número de la revista no han permitido que perduraran esos antiguos formatos magnéticos que tantas ilusiones guardaron antiguamente. Los CD- ROMs si que han conseguido perdurar. Aunque la mayoría de los contenidos ya no son reproducibles por ningún sistema operativo actual, los emuladores en máquinas virtuales de MS-DOS y Windows 3.11, me permiten al menos volver a ejecutarlos para comprobar los buenos trabajos que en ellos se incluían. Los contenidos empezaron siendo casi exclusivos basados en vídeo-juegos y finalmente se pasó a una revista de informática general, con unas secciones fijas y con poco contenido para los jugones.
Con el paso del tiempo todos los avances informáticos se reflejaron en las revistas. Los cambios de tecnologías en procesadores, tarjetas de sonido, incluso en las primigenias tarjetas aceleradoras gráficas, que empezaron en esas épocas a convertir a nuestras máquinas en completos centros multimedia. El conocimiento se reflejaba en las enciclopedias al no haber acceso habitual a Internet y cualquier información que nos mostraban en las revistas lo tomábamos como algo cierto. Si nos mostraban las grandezas de un producto nos lo creíamos de pies juntitas. Las comparativas eran benévolas con todos los productos y cada novedad era aquel objeto a conseguir cuando nuestros bacilos bolsillos lo permitieran, aunque es una época que no nos permitía hacer muchas cosas con los equipos que teníamos, es muy entrañable volver a revivir esos momentos de ilusión por cualquiera de los contenidos allí incluidos. Es diferente en la actualidad que la inmediatez de Internet nos quita la ilusión que nos hacía esperar cada mes la aparición de nuestra dosis de informática.
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